Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
Y más la piedra dura porque esa ya no siente,
Pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
Ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
Y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
Y sufrir por la vida y por la sombra y por
Lo que no conocemos y apenas sospechamos,
Y la carne que tienta con sus frescos racimos,
Y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡Y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos!
DARIO A PESAR DEL DOLOR Y LA LIMITACIONES SE QUE ESTOY AQUI Y COMO EL AGUA,
AUNQUE NO MIDA SU OXIGENO O SU HIDROGENO DOY VIDA, AUNQUE MIS ARISTA LA IGNORACIA Y LA MUERTE Y LA PENA CAMINEN Y SE MULTIPLIQUEN...
APUESTO A LA VIDA , LA RAZON A LO HUMANO Y A LO HERMANO QUE ME PUEBLAN...GANARAN AL FINAL
Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío (Metapa, hoy Ciudad Darío, Matagalpa, 18 de enero de 1867 - León, 6 de febrero de 1916), fue un poeta nicaragüense, máximo representante del Modernismo literario en lengua española.
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