CORAL SOMBRÍO PARA INVASORES
Morirán sin los abetos de Vermont.
Morirán sin los grandes pastos rizados por el viento,
sin los frescos terrones de California
ni la cordillera del Oeste,
donde el cielo es un pálido patriarca en mansedumbre.
Morirán sobre una tierra que no es suya,
entre unos hombres de distinta lengua,
ojos diferentes
y distinto corazón.
Porque son invasores.
Destrozan nuestros niños
y aúllan las raices del planeta.
Matan nuestras madres
y el mundo gime pateado en los ovarios.
Morirán sin la sana harina del labriego
cocida en el fuego saludable de los árboles.
Morirán sin los cánticos de la campiña,
sin la ronda amorosa de la escuela,
sin el jubileo de los pájaros en la ventana
cuando la edad sitúa el mundo lejos,
en el marco de madera tibia labrada con las manos.
Morirán sin el cedro, sin el olmo, sin el roble,
que escucharon el vagido de su nacimiento.
Porque son invasores.
Porque matan al hombre que defiende su heredad,
la tierra en que nacieron sus padres
y murieron,
la tierra en que nacieron sus hijos
y morirán.
Porque vienen sin el amplio corazón de Lincoln.
Morirán lejos de los grandes bosques de Oregón
donde el aire es una canción silvestre.
Morirán sin los dulces brazos de sus ríos,
sin las cálidas palmas de sus madres,
sin los besos temblorosos de la amada,
sin la risa de sus hijos.
Porque son invasores.
Porque no defienden su patria
sinó que agreden la nuestra.
Patria pequeña de tierra.
Patria inmensa de hombres.
Porque vienen a enterrar
el alba que subimos con huesos y con sangre
con pólvora y con llanto
y con amor.
Miguel Alfonseca realizó sus estudios en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Posteriormente se dedicó a la docencia impartiendo la Cátedra de literatura. Perteneció a la generación de los Independientes del 60 en la Literatura de la República Dominicana. Junto aRené del Risco Bermúdez, Armando Almánzar e Iván García inician en los 60 el grupo cultural «El Puño» |
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